En algún momento, puede que todos hayamos tenido dudas sobre temas monetarios. No obstante, aunque tengamos claras ciertas nociones de finanzas por haber leído algunos artículos al respecto, nuestro conocimiento se puede quedar corto. Por ello, es ideal contar con la ayuda de una persona experta que pueda darnos una asesoría fiscal y, así, evitar cometer errores que puedan salirnos caros en el futuro.
Ahora bien, ¿a quién debemos pedir ayuda en referencia a estos temas? La respuesta a esto es muy sencilla: a un asesor fiscal.
Este tipo de asesoría es una orientación que presta una persona profesional del área económica (asesor fiscal) a personas o empresas en temas monetarios, tales como:
- impuestos
- aplicaciones contables
- amortizaciones
- impuesto sobre el patrimonio y retenciones IRPF
- entre otros temas propios de ejercicios fiscales
Funciones de una asesoría fiscal
Es un error pensar que una asesoría fiscal es requerida solo por empresas o por personas naturales que atraviesen un problema financiero grande. Este tipo de orientación puede tener múltiples funciones, las cuales son increíblemente útiles en cuanto a economizar se refiere.
Algunas de las funciones de un asesor fiscal son:
Estudio y asesoría para nuevos negocios
Si queremos colocar nuestro capital en un nuevo emprendimiento, esta orientación nos puede llevar por el camino correcto y darnos una visión más objetiva del panorama en cuanto a la rentabilidad del nuevo negocio. Asimismo, las alternativas de financiación, los aportes societarios y las condiciones del mercado al cual vamos a ingresar.
En pocas palabras, el asesor fiscal realizará un estudio completo de nuestra propuesta de un nuevo negocio, con toda la información que debemos tomar en cuenta para tomar una decisión final.
Seguimiento a movimientos de la Administración
Ser el propietario de una empresa no siempre significa que podamos conocer todos y cada uno de los movimientos que la administración de esta lleva a cabo. Sin embargo, aún teniendo el tiempo de hacerle este seguimiento, no siempre podremos estar actualizados en cuanto a los temas fiscales y tributarios actuales. Esto incluye cambios en las leyes y nuevas de estas.
En cualquier caso, una asesoría fiscal puede mantenernos siempre al tanto de las nuevas leyes y los cambios en las ya establecidas. Así como darnos un panorama general para saber cómo dichas leyes podrían afectar a nuestra empresa en todos los aspectos.
Representación ante tribunales
En caso dado de que nuestra empresa tenga conflictos con otras entidades o con organismos oficiales, es necesario que tengamos un representante que tenga experiencia y conocimientos certificados en temas fiscales y tributarios.
Para esto, la asesoría fiscal puede nombrar a uno o más representantes para estar durante las diligencias pertinentes. Incluso, hablar en nombre de la empresa en caso que lo amerite.
En España, esta representación se realiza ante los organismos de Comunidades Autónomas y, de manera más común, ante la oficina de Hacienda.
Valoración del estado financiero
Una de las principales funciones de la asesoría fiscal es darnos una valoración completa de la empresa sobre su estado financiero. Para conseguir esto, el asesor fiscal deberá determinar el estado de ventas, las operaciones que se han hecho y cómo estas han repercutido en la entidad. Dicha valoración no es más que un diagnóstico sobre el estado económico de la empresa, el cual puede mantenernos informados de cuál es la situación de la empresa hasta ese momento.
La asesoría fiscal es un proceso que nos puede ser de gran ayuda en nuestras obligaciones contables y fiscales, así como en otras tareas relacionadas con la gestión y administración de una actividad. Asimismo, para las empresas representa una orientación necesaria que debe solicitarse cada cierto tiempo, con el propósito de poder encaminar a la organización por un camino exitoso.